En otro tiempo, cuando la aldea estaba llena de gente y en todas las casas se hacía vino, en la vendimia unos vecinos se ayudaban a los otros, compartiendo un único propósito: llenar sus cuevas y bodegas de mosto y uvas. Cuando esta finalizaba, se hacía a Robla, una reunión en la que se come, bebe y canta para celebrar que por fin el duro trabajo y la época más importante del año llegó a buen fin. A día de hoy, para los que hacemos vino, la vendimia y los días posteriores sigue siendo un momento trepidante, donde la emoción y el cansancio se mezclan en cada depósito que se llena y en la que la ayuda de todos los que nos rodean sigue siendo fundamental. El próximo 14 de octubre, 4 bodegueros de Seadur vamos a celebrar nuestra Robla, comeremos, cantaremos y daremos a probar nuestros vinos. Nos gustaría que vinieras.
Robla de Seadur (2ª edición)
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